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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuando el cielo esta gris.


Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío: Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una derrota: Acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor: Revive tus experiencias de afecto y ternura.
Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.
Si esto has tenido lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emocionó.
Revive esa caricia espontánea que se te dio.
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes. Y solo tú decides cuáles has de volver a mirar...

lunes, 12 de noviembre de 2012

La respuesta no es la huida

Es difícil volar cuando esperas la caída, es difícil soñar cuando no ves la salida.
Cuando el tiempo que queda se acabo en cada espera y siempre así.

Y aunque el mundo ahora gire en otra dirección, eres tú quien le da sentido 
a lo que dice tu dormido corazón, no todo está perdido.
A veces quiero reír, otras llorar..
Otras simplemente callar, no pensar en nada y concentrarme en los sonidos que el ruido no nos deja oír,
o sentarme en una playa, cerrar los ojos y relajarme sintiendo el mar y la tranquilidad.
También a veces quisiera sacarme este nudo que siento a veces en el estómago.
Quisiera gritar hasta quedarme afónica y entonces callar.
A veces me gustaría respirar hondo y sentir que todo va bien, que no hay ningún problema.

Quiero ser tu pensamiento de día y tus sueños de noche, la que te prepare el desayuno todos los días, la que espere impaciente que salgas de trabajar para poder estar contigo, la que te haga suspirar de satisfacción y la que te haga feliz día a día. Quiero que todos los días sean como el primero, con la misma ilusión, el mismo cariño o incluso mas, el mismo respeto y que nunca se apague esa llama, poder mantenerla viva siempre, haciendo que cada día sea único.